Hace unos días me apareció en el Windows Update el nuevo Service Pack 3 (SP3) del Windows XP (en mi caso el Home Edition). Es una actualización de seguridad, así que todo el mundo con Windows XP debería instalarla.
En primer lugar me instaló (otra vez) el software de validación de Windows original. Posteriormente descargó de Internet el nuevo SP3 y me salió un mensaje de advertencia indicando que hiciera una copia de seguridad de los datos importantes. Eso me hizo dudar un poco ya que no tenía tiempo para copias de seguridad, pero finalmente opté por hacer la actualización. La hice primero en el PC que menos utilizo, por si acaso. Se pasó un buen rato descargando e instalando archivos, y tras la reinicialización comprobé que todo seguía funcionando sin ningún problema.
Más tarde hice lo mismo con el portátil, y ahora tengo actualizados ambos PCs con el Service Pack 3. Si no te saltan las actualizaciones automáticas, visita Microsoft Update y verás allí las nuevas actualizaciones de seguridad.
Recomiendo que mantengáis siempre actualizados vuestros sistemas operativos con los nuevos parches y paquetes de servicio. Un sistema no actualizado es muy vulnerable. Si no usas un equipo para tenerlo conectado a Internet, las actualizaciones no son necesarias; pero si conectas a Internet es algo vital para la seguridad de tu sistema.