Ah, esa sensación de tener por delante un montón de tareas y no saber muy bien para qué sirven. La necesidad de trabajar para subsistir y pagar las facturas, cumplir con las obligaciones familiares o estudiar cosas que no te gustan, te dejan a veces paralizado por no poder hacer realidad tus verdaderos deseos ni vislumbrar una perspectiva clara de cuál va a ser tu futuro. Entonces puedes decirte “no sé qué hacer con mi vida” y comenzar a buscar evasiones con el fin de dejar para otro día todo aquello que no te gusta o te causa ansiedad (procrastinar).