El otro día me quedé impactado al ver un vídeo donde unos repugnantes matarifes maltrataban a unas indefensas vacas enfermas. A base de patadas, golpes con palos en los ojos e incluso maquinaria pesada, estos indeseables iban conduciendo a las vacas, incapaces de moverse debido al aturdimiento provocado por la enfermedad, el terror o los propios tratos vejatorios.
Lo peor no es ya que se tratara así a estos pacíficos animales, sino que su carne no se retiró del mercado. Se distribuyó a comedores infantiles y restaurantes de cómida rápida de California.
Se sabe que los animales maltratados generan sustancias provocadas por el estrés, que por supuesto permanecen en su sangre y en su carne, y luego son ingeridas por el consumidor.
¿Cuántos abusos de este tipo se producirán en los mataderos? Realmente no sabemos lo que sufren los animales que nos sirven de alimento. Cada vez entiendo mejor a los vegetarianos.
Pues bien, a esos maltratadores de vacas seguro que sólo les han echado una reprimenda. Quien se comporta así con un animal es, para mí, un ser despreciable. Y, por supuesto, no me olvido del toro de lidia, también maltratado por parte de quienes quieren hacer un arte y un negocio del enfrentamiento desigual entre un hombre y un animal.
Profesion de sadicos y criminales .