Los peligros ocultos del cine y la televisión para el cristiano consciente

En la actualidad, el cine y la televisión son dos de las formas más populares de entretenimiento. Sin embargo, el entretenimiento encierra peligros. Para el espectador cristiano (y yo diría que para todo espectador que no quiera ser manipulado con ciertos valores), es fundamental ser consciente de los valores o antivalores que pueden esconderse detrás de la pantalla grande o del televisor. Este artículo tiene como objetivo analizar los riesgos que pueden enfrentar los cristianos al consumir ciertos tipos de contenido audiovisual y ofrecer algunas pautas para una visualización segura y enriquecedora.

La importancia de leer la Biblia

Leer la Biblia no es solo un acto de fe, sino también la herramienta fundamental del cristiano para discernir lo bueno de lo malo. La Escritura nos da las pautas morales y éticas que debemos seguir en nuestra vida diaria. De igual manera, estos principios deben aplicarse al elegir qué ver en televisión o en el cine. Cada vez que nos enfrentamos a una película o un programa de televisión que aborda temas moralmente ambiguos o que contradicen los valores bíblicos, es esencial volver a las Escrituras para confrontar y evaluar lo que se está consumiendo.

Cómo determinar si el contenido es apropiado

Antes de ver cualquier película o programa, es necesario investigar y consultar si el contenido es adecuado para cristianos. Algunas preguntas que podríamos hacernos incluyen:

  • ¿Promueve este contenido valores que están en línea con la enseñanza bíblica?
  • ¿Hay escenas que podrían ser consideradas inapropiadas o blasfemas?
  • ¿Qué mensaje final se lleva el espectador después de ver este contenido?

El liderazgo de la iglesia y los hermanos de la congregación pueden ser una fuente de consulta válida para informarse de si una película o un programa de televisión son adecuados en una familia cristiana.

Existen diversas fuentes en línea que ofrecen reseñas desde una perspectiva cristiana, pero el juicio personal, enriquecido por la sabiduría bíblica, siempre debe ser el último filtro.

Películas “para todos los públicos” y los niños

No todas las películas etiquetadas como “para todos los públicos” son realmente adecuadas para niños desde una perspectiva cristiana. Algunas pueden parecer inocentes pero contener mensajes subliminales o temas que contradicen de forma abierta los valores que deseamos inculcar en nuestros hijos. Esto es cada vez más evidente en la programación televisiva y en el cine. Es preciso revisar el contenido antes de permitir que los niños lo consuman.

Contenido “cristiano” y la doctrina bíblica

Otro aspecto importante a considerar es que no todo programa o película que se considere a sí mismo “cristiano” sigue la doctrina bíblica. Algunos pueden tener una interpretación muy laxa o errónea de las Escrituras, y consumir ese tipo de contenido puede llevar a malentendidos sobre la fe y la moral cristiana. Otros contenidos, por el contrario, pueden caer en el fanatismo o fomentar sectas que solo pretenden recaudar dinero prometiendo milagros y prosperidad. Aunque hay diferentes tipos de aproximaciones a la doctrina bíblica, un cristiano no debería confiar en que todo aquello bajo la etiqueta del cristianismo realmente está en la Biblia. De ahí la importancia de un buen conocimiento de las Escrituras.

Los riesgos de dejar solos a los niños frente a la televisión

Uno de los aspectos más preocupantes del consumo de contenidos audiovisuales es el impacto que puede tener en los más pequeños de la casa. Dejar solos a los niños frente a la televisión puede exponerlos a una serie de peligros que van más allá de los aspectos obvios como el sedentarismo o la falta de interacción social. Y, sin duda, es algo que ningún padre cristiano debería hacer.

Contenidos inapropiados

En una era donde el acceso a cualquier tipo de contenido está a solo un clic de distancia, es más fácil que nunca que los niños se encuentren con programas o películas que no son adecuados para su edad o para una formación cristiana. Pueden ser expuestos a violencia, lenguaje inapropiado o incluso contenidos sexuales. La música de estas películas y programas también se ha convertido en el vehículo por el que se introducen valores muy alejados de la cristiandad.

Desviación de valores

Incluso programas que parecen inocuos pueden contener mensajes que contradicen los valores cristianos. Por ejemplo, muchos programas populares entre los jóvenes tienden a normalizar actitudes como la desobediencia a los padres, la mentira, la banalización de la sexualidad y las drogas, o el enfoque en el materialismo y la popularidad como metas deseables. Cada vez es más frecuente encontrar contenidos para niños y adolescentes con los que se pretende inculcar valores morales o familiares no cristianos.

Falsa representación de la realidad

La televisión y el cine a menudo presentan una versión distorsionada de la realidad que puede confundir a los niños y crear expectativas poco realistas sobre cómo deberían ser las relaciones, el éxito y la felicidad. Esto podría resultar en una visión del mundo que está en desacuerdo con las enseñanzas bíblicas sobre la salvación solo a través de Cristo, el sacrificio, la humildad, la gratitud y la importancia de los valores espirituales sobre los materiales.

Cómo proteger a los niños

  1. Supervisión activa: Siempre es mejor ver programas o películas junto con tus hijos para poder explicar y contextualizar cualquier contenido problemático.
  2. Configuración de control parental: Utiliza las herramientas de control parental disponibles en tu televisor o plataforma de streaming para limitar el tipo de contenido al que pueden acceder los niños.
  3. Diálogo abierto: Habla con tus hijos sobre lo que han visto y cómo se alinea con los valores familiares y las enseñanzas bíblicas.
  4. Educar en la autonomía: Enseña a tus hijos a ser críticos con lo que ven, equipándolos con el discernimiento bíblico necesario para elegir contenido que esté en línea con los valores cristianos.

Conclusión

El cine y la televisión son formas poderosas de entretenimiento y cultura, pero no están exentos de peligros para el espectador cristiano. Es responsabilidad del cristiano estar vigilante y discernir lo que consumimos a través de la pantalla. La Biblia debe ser nuestra guía constante para evaluar la verdad, la moralidad y la ética del contenido que elegimos ver. Al mantenernos firmes en nuestros valores y aplicar un juicio crítico basado en la Escritura, podemos disfrutar de una experiencia de visualización que no solo es entretenida, sino también espiritualmente enriquecedora. Por último, la televisión y el cine no son simplemente una “niñera electrónica” inofensiva. Es fundamental tomar medidas activas para asegurarse de que los niños ven y escuchan contenidos que estén en armonía con los valores y enseñanzas en los que confesamos creer.


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