Asteroides que podrían poner en peligro la Tierra

Desde tiempos inmemoriales, la Tierra ha sido testigo de impactos de meteoritos que han dejado su huella en la historia geológica del planeta. Aunque la mayoría de estos impactos han pasado desapercibidos para la humanidad, algunos eventos cataclísmicos han sacudido la vida en la Tierra y han dejado una marca indeleble en la conciencia colectiva. En este artículo, exploraremos el fascinante mundo de los asteroides que podrían poner en peligro la Tierra, analizando sus características, el impacto potencial que podrían tener, las medidas de protección que se han propuesto, la historia de impactos pasados y cómo estamos preparados para enfrentar esta amenaza desde una perspectiva científica y tecnológica.

Introducción

Los asteroides, fragmentos de asteroides o cometas que ingresan a la atmósfera terrestre y alcanzan la superficie como meteoritos, son una realidad que la humanidad ha enfrentado durante millones de años. Aunque la mayoría de estos objetos se queman en la atmósfera antes de llegar a la Tierra, algunos tienen el potencial de causar devastación a nivel global. Los impactos de asteroides pueden haber sido responsables de extinciones masivas y cambios climáticos significativos en el pasado, lo que nos obliga a estar alerta ante esta amenaza cósmica.

Diferencias entre asteroide, cometa, meteorito y NEO

Para aclarar términos, vamos a ver primero la diferencia entre asteroide, cometa, meteorito y NEO (objeto cercano a la Tierra):

  • Asteroide: Un asteroide es un cuerpo rocoso o metálico que orbita el Sol y se encuentra principalmente en el cinturón de asteroides, una región entre las órbitas de Marte y Júpiter. Los asteroides son objetos relativamente grandes y pueden variar en tamaño desde unos pocos metros hasta varios cientos de kilómetros de diámetro.
  • Cometa: Un cometa es un cuerpo celeste compuesto principalmente por hielo, polvo y rocas que viaja a través del espacio en una órbita elíptica alrededor del Sol. A medida que se acerca al Sol, el calor provoca la sublimación del hielo, liberando gases y creando una brillante coma (cabeza) y una cola que apunta lejos del Sol debido a la presión del viento solar. Los cometas son distintos de los asteroides en términos de composición y apariencia, y suelen ser objetos mucho más visibles y espectaculares en el cielo nocturno cuando se acercan al Sol.
  • Meteorito: Un meteorito es un fragmento de un asteroide, cometa u otro cuerpo celeste que ha sobrevivido a su entrada a la Tierra y ha llegado a la superficie de nuestro planeta. Cuando un fragmento de asteroide o cometa atraviesa la atmósfera de la Tierra y llega a la superficie, se llama meteorito. La mayoría de meteoritos suelen ser asteroides y no cometas. Pueden ser pequeños como granos de arena o grandes como rocas, y suelen estar compuestos por materiales rocosos, metálicos o una combinación de ambos.
  • NEO (Objeto Cercano a la Tierra): Un NEO (del inglés Near-Earth Objects) es un término utilizado para describir a los asteroides y cometas que tienen órbitas que los acercan significativamente a la órbita de la Tierra. Estos objetos son vigilados de cerca por agencias espaciales y observatorios porque representan un potencial riesgo de impacto con nuestro planeta. Los NEO incluyen tanto asteroides como cometas y pueden variar en tamaño y composición.

Por tanto, un asteroide potencialmente peligroso es un NEO al aproximarse a la Tierra, pero no podría ser llamado meteorito hasta que no atravesara la atmósfera y llegara a la superficie de nuestro planeta.

Características de los asteroides potencialmente peligrosos

Los asteroides potencialmente peligrosos son aquellos que tienen órbitas que los acercan significativamente a la órbita de la Tierra y que, por lo tanto, presentan un posible riesgo de colisión en el futuro. Para identificar y evaluar adecuadamente este riesgo, los astrónomos y científicos consideran varias características clave de estos objetos:

  1. Tamaño: El tamaño del asteroide es un factor crítico para determinar su peligrosidad. Los asteroides más grandes tienen un potencial destructivo mucho mayor en caso de impacto. Por lo general, se considera que los asteroides con diámetros superiores a 140 metros son especialmente preocupantes debido a su capacidad para causar daños significativos a nivel regional.
  2. Órbita: La órbita de un asteroide es fundamental para evaluar su riesgo. Se considera potencialmente peligroso si su órbita lo acerca lo suficiente a la Tierra, lo que significa que su perihelio (el punto más cercano al Sol) se encuentra dentro de ciertos límites. Los asteroides con órbitas que cruzan la de la Tierra se consideran NEOs.
  3. Velocidad y energía cinética: La velocidad relativa del asteroide con respecto a la Tierra y su energía cinética (una función de su velocidad y masa) son factores que influyen en la gravedad del riesgo. Cuanto más rápido viaje un asteroide y cuanto mayor sea su masa, mayor será la energía que liberaría en caso de impacto.
  4. Composición: La composición del asteroide también es relevante. Algunos asteroides están compuestos principalmente de roca, mientras que otros contienen metales como el hierro y el níquel. La composición puede influir en la magnitud de la explosión y los efectos posteriores en caso de impacto.
  5. Historia de observación: La cantidad de datos de observación disponibles sobre un asteroide es esencial para calcular con precisión su órbita y predecir su futura trayectoria. Cuanto más tiempo se haya observado un NEO, mejor se comprende su movimiento orbital y su riesgo potencial.
  6. Potencial de impacto: Los astrónomos utilizan modelos matemáticos y simulaciones para estimar las probabilidades de impacto de un asteroide en la Tierra en un futuro determinado. Estas estimaciones ayudan a evaluar la urgencia y la necesidad de acciones de mitigación.

Asteroides peligrosos más conocidos

En primer lugar hay que aclarar que, al contrario de lo que nos muestran en los titulares sensacionalistas de algunos medios, ninguno de estos grandes asteroides conocidos representa un verdadero peligro para la Tierra en cuanto a probabilidad de colisión (aunque esa probabilidad puede variar con el tiempo). Es importante también conocer que el nombre de los meteoritos incluye el año en que fueron descubiertos (por ejemplo, el 2001 WN5 fue descubierto en 2001).

Entre los meteoritos peligrosos conocidos actualmente, por su tamaño y distancia mínima de aproximación a la Tierra (en unidades astronómicas, UA) están los siguientes:

  • 2001 WN5 (153814). El meteorito de mayor diámetro (930 metros), que se acercará a la Tierra a 166 UA de distancia el 26 de junio de 2028, a una velocidad de 10.24 km/s.
  • 2000 WO107 (13201). Aunque es el segundo meteorito en diámetro (510 metros), su distancia mínima será de 162 UA y no se aproximará a la Tierra hasta el 1 de diciembre de 2140. Su velocidad es de 26 km/s.
  • 1999 RQ36 (101955 Bennu). Uno de los más conocidos. Con 480 metros de diámetro, viaja a una velocidad de 6.29 km/s y se aproximará a la Tierra el 25 de septiembre de 2135. Aunque peligroso por tamaño, la distancia mínima de 130 UA impide que se produzca una colisión.
  • 2005 YU55 (308635). Similar al anterior, con 400 metros de diámetro, velocidad de 13.79 km/s, y una distancia mínima de 126 UA, con aproximación el 8 de noviembre de 2075.
  • 2004 MN4 (99942 Apophis). Es, probablemente, el asteroide del que más se ha hablado y más titulares apocalípticos se han hecho. Con sus 340 metros de diámetro, se aproximará a la Tierra el 13 de abril de 2029 a una distancia mínima de 25 UA. Aunque al ser descubierto se le dio una probabilidad de colisión de un 2.7%, posteriormente se descartó la posibilidad de impacto y así ha seguido hasta la fecha.

Después de estos cinco meteoritos, hay una lista de otros cuyo diámetro aún no se conoce del todo pero que superan los 100 metros, como son: 2023 GQ2 (280 m – 630 m), 2014 SM143 (220 m – 500 m), 2011 DV (200 m – 440 m), 2005 WY55 (190 m – 430 m), 2007 YV56 (170 m – 370 m), 1998 OX4 (160 m – 350 m), 2011 JA (140 m – 310 m), 2011 LT17 (110 m – 250 m), 2019 EM1 (92 m – 210 m), 2007 UW1 (77 m – 170 m), 2009 DO111 (72 m – 160 m), 2020 UL3 (61 m – 140 m), 2012 UE34 (58 m – 130 m), 2012 XE133 (58 m – 130 m) y 2007 TV18 (46 m – 100 m). Ninguno de ellos tendrá una aproximación cercana menor de 50 UA excepto 2023 GQ2 (en 2193) y 2007 UW1 (en 2129).

En cuanto a otros meteoritos algo más pequeños, pero peligrosos por su distancia de aproximación, se pueden citar a:

  • 2022 QX4 (de diámetro entre 31 m – 68 m), que se aproximará a solo 10 UA de distancia (esto lo hace de interés), aunque será en 2169. A pesar de su diámetro y distancia peligrosos, faltan muchos años aún para su llegada.
  • 2021 FT1 (diámetro entre 33 m – 75 m), aproximación en 2098 y distancia mínima de 37 UA.

Hay muchos otros asteroides más pequeños, y se van conociendo regularmente más con los nuevos métodos de detección. Los más pequeños, al reflejar menos luz, son más difíciles de captar y suelen sorprender de vez en cuando con aproximaciones muy cercanas o incluso entradas en la atmósfera.

En la siguiente dirección web de la NASA es posible consultar todas las aproximaciones cercanas de NEOs: https://cneos.jpl.nasa.gov/ca/

Apophis, el asteroide más famoso

Apophis es un asteroide de aproximadamente 370 metros de diámetro que ha recibido una considerable atención y seguimiento por parte de la comunidad astronómica y científica debido a su trayectoria y su potencial acercamiento a la Tierra. Apophis fue descubierto el 19 de junio de 2004 por astrónomos del Observatorio Kitt Peak, en Arizona, Estados Unidos. Fue nombrado en honor a la antigua deidad egipcia del caos y la destrucción, Apofis.

En 2004, cuando Apophis fue descubierto, se estimaba que tenía una probabilidad de colisión con la Tierra del 2.7%, lo que dio lugar a preocupación y a muchos titulares catastrofistas. Sin embargo, a medida que se ha seguido observando el asteroide, se ha podido determinar con mayor precisión su órbita, lo que ha llevado a una reducción significativa de la probabilidad de impacto hasta hacerla nula.

En 2021, la NASA anunció que la probabilidad de impacto de Apophis en 2029 era de 1 entre un millón. Esta probabilidad se ha confirmado con observaciones posteriores, y actualmente se considera que el impacto es imposible. A fecha de 13 de septiembre de 2023, la probabilidad de colisión con la Tierra del asteroide Apophis en 2029 es, por tanto, cero.

Apophis pasará a una distancia de 38.000 kilómetros de la Tierra el 13 de abril de 2029. Este será el acercamiento más cercano de un asteroide a la Tierra desde 1973. Será visible a simple vista durante su aproximación, y se espera que sea un evento astronómico muy popular.

Efectos de un impacto

Un impacto de meteorito de gran magnitud tiene el potencial de causar una catástrofe a nivel global. La energía liberada en el momento del impacto puede equivaler a la explosión de miles de bombas nucleares, lo que podría resultar en la destrucción de ciudades enteras, alteración de los patrones climáticos, formación de cráteres gigantes, tsunamis, cambios climáticos drásticos y amenazas a la vida en la Tierra. Además, las partículas lanzadas a la atmósfera podrían bloquear la luz solar, provocando un invierno nuclear y un colapso en la cadena alimentaria.

La historia nos ha demostrado que estos eventos pueden ocurrir. Uno de los impactos más famosos es el que se supone causó la extinción de los dinosaurios hace unos 65 millones de años. El cráter de Chicxulub en México es la cicatriz visible de este impacto cataclísmico, que resultó en la desaparición de aproximadamente el 75% de todas las especies en la Tierra.

Historia de los impactos de meteoritos

A lo largo de la historia de la Tierra, se han registrado numerosos impactos de meteoritos que han dejado su marca en la geología del planeta. Estos eventos cósmicos, aunque relativamente raros en la escala de tiempo humana, han tenido un impacto significativo en la evolución de nuestro planeta y en la vida que lo habita. En esta sección, exploraremos algunos de los impactos de meteoritos más notables de la historia y las lecciones que nos han dejado.

1. El evento que se supone extinguió a los dinosaurios (Cretácico-Terciario, hace aproximadamente 65 millones de años): Uno de los impactos más famosos y devastadores en la historia de la Tierra fue el que marcó el fin del período Cretácico y el comienzo del Terciario. Un asteroide o cometa de alrededor de 10 kilómetros de diámetro se estrelló en la península de Yucatán, México, creando el cráter de Chicxulub. La energía liberada en este impacto fue equivalente a la explosión de más de un millón de bombas nucleares y resultó en un invierno nuclear global. La catástrofe resultante llevó a la extinción de aproximadamente el 75% de todas las especies en la Tierra, incluyendo a los dinosaurios no avianos. Este evento dramático cambió el curso de la vida en nuestro planeta y dio paso a la era de los mamíferos.

2. El cráter de Barringer (Arizona, Estados Unidos): El cráter de Barringer, también conocido como el cráter del Meteorito, es un recordatorio tangible de los impactos de meteoritos en la Tierra. Este cráter se formó hace aproximadamente 50.000 años cuando un meteorito de hierro de unos 50 metros de diámetro impactó en lo que hoy es Arizona. El cráter tiene un diámetro de 1.200 metros y una profundidad de 170 metros. Aunque no causó una extinción masiva, este evento dejó una marca permanente en el paisaje y nos recuerda que los impactos de meteoritos son eventos muy reales.

3. El misterio de Tunguska (Siberia, Rusia, 1908): A principios del siglo XX, un evento misterioso sacudió la región de Tunguska en Siberia. Se cree que un objeto cósmico explotó en la atmósfera con una energía equivalente a la explosión de más de 1.000 bombas atómicas, devastando miles de kilómetros cuadrados de bosques. Afortunadamente, esta área estaba escasamente poblada, por lo que no hubo víctimas humanas. El evento de Tunguska puso de manifiesto la necesidad de comprender y rastrear objetos cercanos a la Tierra y ha influido en la investigación y el monitoreo moderno de asteroides y cometas.

4. Eventos menores y caídas de meteoritos: A lo largo de la historia, han ocurrido numerosos eventos menores relacionados con meteoritos. Estos incluyen la caída de meteoritos individuales que han causado daños materiales pero no han tenido un impacto global. Tales eventos a menudo despiertan la curiosidad pública y generan interés en la investigación y la protección contra impactos cósmicos.

Preparación para un impacto de meteorito

La preparación para un impacto de meteorito es una tarea multidisciplinar que involucra a científicos, agencias espaciales y gobiernos de todo el mundo. Aunque la probabilidad de que un meteorito de gran tamaño colisione con la Tierra en un momento dado es baja, las consecuencias catastróficas de un evento de este tipo justifican la atención y los recursos dedicados a la prevención y mitigación de riesgos. Debido a ello, la humanidad se está preparando para un impacto potencial de meteorito con los siguientes planes.

Detección temprana y seguimiento constante

La primera línea de defensa contra un impacto de meteorito es la detección temprana. Para ello, se han establecido programas de monitoreo que rastrean miles de asteroides y cometas cercanos a la Tierra. Agencias espaciales, como la NASA, la ESA (Agencia Espacial Europea) y otras de todo el mundo, colaboran en esta labor. Se utilizan telescopios espaciales y terrestres avanzados para identificar, rastrear y caracterizar estos objetos. Cada vez que se descubre un nuevo asteroide potencialmente peligroso, se refina su órbita y se evalúa su riesgo de impacto futuro.

Estrategias de desviación de asteroides

Una vez que se identifica un asteroide que podría representar una amenaza, se desarrollan estrategias para desviarlo de su curso hacia la Tierra. Estas estrategias incluyen el uso de naves espaciales para impactar o empujar suavemente el objeto, lo que alteraría su trayectoria lo suficiente como para evitar una colisión. La NASA, por ejemplo, ha estado desarrollando la misión DART (Double Asteroid Redirection Test), que tiene como objetivo impactar en un asteroide pequeño llamado Didymos para demostrar la efectividad de esta técnica.

Simulacros y ejercicios de preparación

La comunidad científica y las agencias espaciales realizan simulacros y ejercicios de preparación para evaluar cómo responder en caso de un impacto inminente. Estos ejercicios involucran a científicos, ingenieros y líderes gubernamentales que trabajan juntos para desarrollar planes de acción y coordinación. A través de estos simulacros, se pretende minimizar el caos y garantizar una respuesta efectiva en caso de emergencia.

Investigación y desarrollo de tecnologías avanzadas

La investigación y el desarrollo de tecnologías avanzadas son fundamentales para la preparación ante los impactos de meteoritos. Esto incluye el perfeccionamiento de sistemas de alerta temprana, el diseño de naves espaciales y técnicas de desviación de asteroides más eficaces, y la mejora de la capacidad de predicción de órbitas. Además, se están explorando métodos de defensa planetaria más innovadores, como la utilización de dispositivos autónomos y sistemas de energía solar para desviar asteroides.

Cooperación internacional

La amenaza de un impacto de meteorito trasciende las fronteras nacionales, y la cooperación internacional es esencial. Los científicos, las agencias espaciales y los gobiernos de todo el mundo colaboran en la vigilancia y la respuesta ante amenazas potenciales. Organizaciones como la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de las Naciones Unidas (UNOOSA) promueven la colaboración global en la preparación y respuesta a eventos de impacto de meteoritos.

Preguntas y respuestas sobre este tema

¿Por qué se considera a un asteroide como potencialmente peligroso si está descartado que impacte contra la Tierra? Un asteroide se considera potencialmente peligroso debido a su órbita, su tamaño significativo y su aproximación cercana a la Tierra en una fecha relativamente próxima. Aunque la colisión haya sido descartada, la órbita de estos objetos celestes pasará cerca de la Tierra en términos astronómicos. Además, su tamaño los hace relevantes para la evaluación de riesgos y la planificación de defensa planetaria.

¿Cuáles son las estrategias que se podrían utilizar para desviar un asteroide peligroso en caso de una amenaza real? Las estrategias de mitigación incluyen métodos como la detonación controlada de explosivos nucleares cerca del asteroide, la redirección mediante naves espaciales, o la utilización de la presión de radiación solar. La elección de la estrategia dependerá de la composición y la órbita del asteroide, así como del tiempo disponible antes de la posible colisión.

¿Qué es la presión de radiación solar y cómo se podría utilizar para desviar un asteroide peligroso? La presión de radiación solar es la fuerza ejercida por la radiación electromagnética del Sol sobre la superficie de un objeto. Se puede utilizar para desviar un asteroide peligroso mediante la colocación de una vela solar o un reflector en el asteroide. La radiación solar reflejada por estos dispositivos ejercería una presión constante que, con el tiempo, podría alterar la órbita del asteroide de manera controlada.

¿Qué es el cinturón de asteroides y dónde se encuentra? El cinturón de asteroides es una región del sistema solar ubicada principalmente entre las órbitas de Marte y Júpiter. Contiene una gran cantidad de asteroides de diferentes tamaños que orbitan alrededor del Sol, pero no forman un planeta debido a la influencia gravitacional de Júpiter.

¿Cuál es la diferencia entre un meteorito y una lluvia de meteoros? Un meteorito es un fragmento de un asteroide o cometa que ha llegado a la Tierra después de sobrevivir su entrada en la atmósfera. En contraste, una lluvia de meteoros se produce cuando partículas pequeñas, conocidas como meteoroides, entran en la atmósfera terrestre y se queman debido a la fricción, creando destellos luminosos conocidos como meteoros o estrellas fugaces.

¿Cuáles son algunas misiones espaciales que han explorado asteroides y cometas? Algunas misiones notables incluyen la sonda OSIRIS-REx de la NASA, que visitó el asteroide Bennu; la sonda japonesa Hayabusa2, que exploró el asteroide Ryugu; y la misión europea Rosetta, que estudió el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Estas misiones proporcionaron información valiosa sobre la composición y la historia de estos cuerpos celestes.

¿Qué es la “presión de Yarkovsky” y cómo afecta a la órbita de asteroides? La “presión de Yarkovsky” es un efecto térmico que afecta a los asteroides. Cuando un asteroide absorbe la radiación solar en un lado y la emite como calor en el otro, puede causar un cambio gradual en su órbita a lo largo del tiempo. Este efecto puede ser significativo para los NEOs y es importante tenerlo en cuenta en los cálculos de sus órbitas futuras.

¿Qué son las “llanuras de impacto” en la superficie de la Luna y cómo están relacionadas con asteroides y cometas? Las llanuras de impacto son áreas planas en la superficie de la Luna que se formaron como resultado de impactos de asteroides y cometas en el pasado. Estas características son evidencia de la historia de colisiones en el sistema solar y proporcionan información valiosa sobre la cronología y la geología lunar.

¿Cuál es el término utilizado para describir una roca espacial que ha ingresado a la atmósfera de la Tierra pero no ha llegado a impactar la superficie? Una roca espacial que ha ingresado a la atmósfera de la Tierra pero no ha llegado a impactar la superficie se llama “meteoro” o “bólido”. Cuando se ve desde la Tierra, se le llama “estrella fugaz”. Si logra llegar a la superficie de la Tierra, se denomina “meteorito”.

Conclusión

Los asteroides y cometas que podrían poner en peligro la Tierra son una realidad que no podemos ignorar. Aunque la probabilidad de un impacto catastrófico es baja en cualquier momento dado, los riesgos son demasiado grandes para pasar por alto el asunto. La humanidad ha avanzado significativamente en su capacidad para detectar, rastrear y, en última instancia, protegerse de esta amenaza del espacio profundo. La historia de los impactos de meteoritos nos recuerda la importancia de estar preparados y seguir investigando y desarrollando tecnologías que puedan mantenernos a salvo de estas amenazas cósmicas que podrían cambiar el curso de la historia de la Tierra.


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